¿Cómo fui evaluado?, ¿Cómo evalúo?, ¿Qué es la evaluación?, Desde nuestro propio paradigma

Por: CP Álvaro Fonseca Vivas


RESUMEN

Desde el aula de clases de la Maestría en Docencia de la Universidad de la Sallé con las pedagogas Claudia Yaneth Aponte Grisales, Albenis Cortés Rincón y Carmen Helena Trujillo Sánchez bajo la guía de la Docente Luz Helena Pastrana Armírola, queremos presentarles este articulo que condensa los diferentes planteamientos que nosotros como docentes en las diferentes áreas disciplinares en que nos desenvolvemos, hemos desarrollado a lo largo del seminario. De acuerdo con nuestras propias experiencias evaluativas, hacemos una reflexión en torno a la evaluación y cómo ella cuenta con nuevas perspectivas de reestructuración, cómo es: que está más allá de calificaciones y notas, no es una acción instrumental y es a partir de ella que se puede re-significar el concepto de aprendizaje en el aula y en la disciplina;  más aún con nuestros educandos, a quienes también es importante reconocer la complejidad de su aprendizaje, pues no todos aprenden de la misma manera ni con el mismo ritmo.

Palabras Clave: Evaluación, Historia, Aprendizaje, Enfoques, Modelos, Educador, Educando.

ABSTRACT

From the classroom of the Masters in Teaching at the University of La Salle with Claudia Yaneth Aponte Grisales, Albenis Cortes Rincon and Carmen Helena Trujillo Sanchez pedagogues under the guidance of Professor Luz Helena Pastrana Armírola, we present this article that summarizes the different approaches that we as teachers in different disciplinary areas in which we live, we have developed over the seminar. According to our evaluative experiences, we reflect on the assessment and how it offers new perspectives for restructuring, how it is: that is beyond scores and grades, not an instrumental action and it is from that can re-signify the concept of classroom learning and discipline, but even more with our students, who also important to recognize the complexity of their learning, because not everyone learns the same way or with the same rhythm.

Keywords: Evaluation, History, Learning, Approaches, Models, Educator, Pupil.

INTRODUCCIÓN

Toda experiencia humana requiere una interacción que implica acción-pasión, en la que el sujeto perciba y sea consciente de las relaciones y continuidades en que la misma experiencia lo implica y lo comprometen.
(Flórez Ochoa, Rafael. 1999:29)
Desde la perspectiva  de evaluación de la cual fuimos objeto como educandos, ésta era entendida como un medio que permitía la aprobación o desaprobación de una materia y por consiguiente del año, la acumulación de conocimiento y procedimientos para resolver problemas, allí la memoria jugaba un papel fundamental dentro de este proceso. El tipo de evaluación era la denominada sumativa-acumulativa, es decir, en nuestras épocas de colegio se manejaban 4 cortes en el año cada uno de ellos con un porcentaje, distribuidos  por periodo académico así: 10%, 20%, 30%, 40%. Al finalizar el año debíamos pasar con el 60%, de lo contrario se habilitaba.
En nuestra labor como educadores entendemos la evaluación como un proceso de retroalimentación básico en cualquier sistema que desea obtener un mejoramiento. En este proceso se involucra al educador como aquel agente que determina los desempeños a validar y crea las estrategias necesarias para que se cumplan, por lo tanto se encuentra en constante observación con el fin de hacer mejora en los planteamientos y estrategias; en segundo lugar, se encuentra al educando como agente que adquiere una competencia para proyectarla a su entorno y él es responsable de evaluar qué tanto ha logrado la apropiación de la misma y si es necesario generar un refuerzo; seguido de él están los compañeros de clase que establecen entre iguales una comparación de rendimientos altos o bajos; por último, la sociedad que en últimas es quien validará las competencias adquiridas para asumir los retos diarios y laborales.
Como educadores evaluamos la posibilidad de dar solución a problemas del entorno, haciendo uso de las habilidades desarrolladas y conocimientos adquiridos que luego son puestos en contexto. La evaluación es un proceso de crecimiento continuo y de mejoramiento del sistema que  lo aplica en el proceso de retroalimentación, en el cual se identifican debilidades y fortalezas, y atendiendo especialmente a las debilidades es muy importante que éstas se orienten en beneficio de su desarrollo  pero es en el caso de las fortalezas que se perfeccionen, para lograr un nivel de desarrollo superior al que poseía el educando antes de ser intervenido por estrategias de enseñanza-aprendizaje. La evaluación ha tenido una mirada sancionatoria y esto es lo que no permite el desarrollo del conjunto de agentes que interactúan dentro del proceso.
Las anteriores experiencias han sido las que iniciaron en nosotros las primeras transformaciones del concepto de evaluación. Hoy en día, la evaluación para nosotros es un proceso de formación continua y de retroalimentación con una mirada sistémica en la que todo sujeto que hace parte del sistema -en este caso el sistema es nuestra  clase, no sólo  como el punto físico o como el lugar de encuentro-, sino es el que necesita un proceso de retroalimentación que permita replantear las prácticas para alcanzar las competencias propuestas, donde los agentes de este sistema tengan una transformación en cada una sus dimensiones porque ya no formamos en y para el conocimiento sino aún más fundamental para el ser, aplicando un viejo dicho “no quiero genios capaces de construir una bomba que destruya el mundo”, y es esa mirada hacia la ética y la política la que nos hace sentir que definitivamente ésta es la labor que necesitamos perfeccionar y trabajar día a día porque la responsabilidad del educador es tanto el conocimiento como el desarrollo social, por lo que consideramos que la concepción que se tiene de evaluación es el principal obstáculo hallado dentro de un proceso de crecimiento personal y grupal.

LA EVALUACIÓN HOY

Hoy en Colombia la evaluación se ha convertido en un foco al cual se debe mirar y del cual debemos aprender, porque si hay un tema del cual no se puede separar el proceso de aprendizaje es la evaluación, pero ¿hasta dónde este proceso es realmente lo que se busca?, ¿hasta dónde la evaluación responde a lo que el niño, el  joven o el educando busca y necesita?
Desde hace más de cinco décadas la evaluación ha sido un tema tratado por muchos y llevado a la práctica por otros, no sólo en el campo educativo, sino también en lo administrativo que busca de una u otra forma ser el mecanismo por el cual los procesos se transforman para mejorar. Y este objetivo también ha sido el que en el fondo la educación colombiana ha buscado, pero con la gran limitante que no se ha aplicado de la forma correcta; en la educación, la evaluación se ha limitado a ser la medida por la cual los educandos pueden y deben ser promovidos al grado siguiente.
Si enmarcamos los tipos de evaluación que se han dado en el país encontramos que el llamado Enfoque de Objetivos Conductuales (o basado en metas), es el que predominó y predomina en nuestras escuelas.  Este modelo “toma las metas del programa tal y como están formuladas y recaba pruebas para comprobar si se han alcanzado” (House, 2000:20). Entonces, nuestras metas en muchos casos no están claras, pero sí definen el futuro y la vida de nuestros estudiantes, la evaluación permite comprobar la cantidad de contenidos que un sujeto logra almacenar sin que exista un referente de para qué esa información. Pero la evaluación no afecta solamente a los educandos, la otra cara de la moneda también se ve enfrentada a esta situación, pues como hay que cumplir unas metas y unos objetivos el proceso evaluativo se convierte en un registro que permite al educador demostrar que sí se está “haciendo algo en la clase”, porque entre más difíciles sean las preguntas y mayor dificultad presente una prueba, test o evaluación, mejor es este mismo educador. Surge el esquema de maestro o educador cuchilla al cual hay que estudiarle así sea como un ejercicio de memoria, pues de esto dependerá mi proceso educativo sin importar si realmente lo que se está enseñando se está aprendiendo.
Con la nueva política  que ha implementado el Ministerio de Educación Nacional, lo que se busca es que el ejercicio de enseñar y aprender no esté desligado, que tanto el proceso de enseñanza tenga un carácter significativo para el educando como la educación impartida encuentre un eco en la sociedad del futuro y que para el educador no sea motivo de carga sino de crecimiento personal. No importa la forma de evaluación, lo importante es el objetivo pero aún éste es el que cambia constantemente porque  ya no se trata de memorizar por memorizar, de debatir por debatir, de pasar el año por pasarlo o por demostrar que se puede ser el mejor en cuanto a notas y calificaciones sin tener nada en la cabeza, demostrar con “Excelente” que no se ha aprendido mucho pero se cumple y se prepara para los test que se le van a imponer.

APRENDIZAJE Y EVALUACIÓN

Como ya lo hemos anotado la evaluación se hace sobre un concepto que podemos dar cuenta de cómo y qué tanto ha repercutido en la vida de todo educando, tal es el aprendizaje, pues si tenemos en cuenta que éste se desarrolla desde que él nace o incluso desde que está en el vientre por causas genéticas, es también a partir de su interacción, contexto y familia en la que el niño construye, adquiere y se apropia de sus saberes previos, pero es en la escuela con la mediación de su educador que los convierte en estrategias para dar resolución a problemas de la vida cotidiana, para desenvolverse en el mundo que lo rodea e incluso y más importante, para crecer en todas y cada una de sus dimensiones como un ser integral que se desempeña en muchos ámbitos de su vida.
Pues bien, haciendo un poco de historia en relación con este concepto, podemos anotar que Pavlov es quien inicia los estudios sobre el aprendizaje humano, surge también el Asociacionismo que explica la conducta como la que tiene una dirección, propósito o meta, pero a la vez es mediada por la expectativa. De igual forma, sustentamos lo anteriormente expresado y es que es a partir de planteamiento del Modelo Constructivista que el aprendizaje se da por re-estructuración, en la que las ideas previas son importantes para la construcción de un nuevo conocimiento necesitando de todas maneras de la memoria para recordar dichas ideas, no siendo necesario memorizar el conocimiento en sí. Además, y subrayando el significado de aprendizaje en los siglos XV y XVII no había teoría que lo explicara ni tampoco había discurso sobre la evaluación, pero sí prácticas evaluativas hasta los siglos XVIII y XIX. Finalmente, es en el siglo XX hacia los años 1930-1945 que es cuando aparecen las primeras conceptualizaciones sobre evaluación.
Con esto, queremos reconocer que la gran complejidad del aprendizaje de los estudiantes, no todos aprenden igual, lo mismo y con igual ritmo, es entonces, “imprescindible que los docentes posean un horizonte conceptual acerca de lo que significa el desarrollo y el progreso individual y social de sus alumnos”. (Flórez, 1999:29).  El aprendizaje involucra la totalidad del Ser Humano, una totalidad que involucra diversidad y multiplicidad de talentos individuales, que hace énfasis en desarrollar una autonomía y capacidad de procesar información, incluso de permitir que se dé un alto grado de inteligencia siendo esto un proyecto espontáneo, completo, con intereses, metas y todo aquello que conduzca al “desarrollo individual”.
Es por esto que, la enseñanza y el aprendizaje deben darse de manera correlativa: el educador puede “enseñar” bien o mal y los educandos pueden “aprender” o no.  Debido a esto, dentro de la relación entre el educador y educando, es necesario que haya un “compromiso pedagógico” que consiste en “disponer, orientar y facilitar al máximo la participación y el uso de razón del alumno en la apropiación creativa de ese saber mayor que posee el profesor”, quien es a su vez “líder por su dedicación y comprensión pedagógica hacia lo que el alumno emprende para el logro de su aprendizaje” (Flórez, 1999:25).

LA EVALUACIÓN EN LA ORGANIZACIÓN DESDE LO ACADÉMICO

Surgen investigaciones, proyectos, ensayos, programas, currículos y experimentos orientados a buscar nuevas formas de educar, de orientar a un niño y al joven para ese proyecto de vida. Inclusive muchos comparten las mismas inquietudes: “El colegio es aburrido, monótono, enseña cosas que no son útiles, no me motiva, no me atrae, no lo disfruto”, son las repuestas de muchos estudiantes y no sólo en Colombia sino en diferentes partes, eso es lo que entonces pensaríamos de la evaluación, que es la otra parte: nos dice cómo está o va el proceso de aprendizaje o de enseñanza, si realmente se está cumpliendo con lo que se ha establecido.
La medición y la evaluación se hacen generalmente en el mismo mes, bimestral o trimestral, o en algunas oportunidades semestralmente, -en el caso de los seminarios en educación superior-, sobre el logro de resultados con base en los parámetros establecidos para ello o sobre el avance en el plan de desarrollo, o porque son establecidos por normas legales, más para determinar el progreso de la persona o de la institución y esto depende de su capacidad para responder pruebas. Pero sí vale la pena establecer controles a los procesos de aprendizaje, creemos que son necesarios porque se puede determinar cómo se van desarrollando los parámetros de cumplimiento. En efecto, el público tiene razón cuando cuestiona algunos procedimientos de evaluación, esto es lo que menciona House: “Las visitas de los equipos de revisión para la concesión de la acreditación son muy variables y su rigor depende de los miembros del equipo. Con frecuencia, son escogidos por la institución que va a ser evaluada”. (House, 2000:221)
Es importante por lo tanto establecer, que sí es necesario evaluar, porque esto garantiza la calidad en los diferentes procesos, el cumplimiento de los estándares, el cumplimiento de los objetivos, de las metas, de los aspectos que hacen que se mejore esa ocupación educativa, laboral y la revisión de los procedimientos de revisión van cobrando cada día más importancia, en especial en lo profesional, pues así se demuestra qué tan bien preparados estamos para enfrentarnos con un mundo que maneja la información en forma globalizada.
Los estándares internacionales por ejemplo, dan esos aspectos que se deben manejar de manera globalizada para estructurar el cumplimiento y la igualdad de la información en cualquier parte del mundo, inclusive éstos establecen la forma de cómo se deben evaluar para que cada día sean más eficientes, eficaces, efectivos y por ende más económicos e ir minimizando esos costos en los diferentes entes económicos. De esta manera, nos hacer ser más exigentes con la calidad y el cumplimiento que requieren los clientes bien sean niños, jóvenes, adultos o las personas jurídicas, pues todos estamos en ese proceso como lo señala House: “Existen evaluaciones concretas llevadas a cabo según sus correspondientes diseños. En sí, los modelos constituyen elaboraciones idealizadas de los enfoques de evaluación” (2000:23), situación ésta que exige ser mejores cada día en la disciplina que nos desempeñemos.
La base de estos procesos están definitivamente establecidos en el campo de la educación: la que establece las pautas de ese proceso de enseñanza-aprendizaje. Educación a partir de la cual se le dan los elementos básicos a los educandos desde niños, con la que empiezan a manejar esa curiosidad y el desarrollo de lo que realmente ellos quieren llegar y hasta dónde quieren profundizar siendo ellos muy capaces de realizarlo, contando realmente con el mejor proceso para evaluar su progreso. Pero así mismo, también es necesario capacitar a los docentes en este tipo de procesos, más cuando estos no han tenido la preparación en lo pedagógico o en lo didáctico, porque aunque conozca muy bien lo disciplinar no lo sabe transmitir, o no lo sabe hacer o más aún no conoce cómo evaluarlo aunque tenga diferente técnicas o instrumentos pare ello; lo importante es establecer si es competitivo para desarrollar esa actividad específica dentro de un gran proyecto, bien desde la dirección o staff o en lo operario u auxiliar. En relación con esto Flórez dice: “Los profesores deben meditar muy bien acerca de su oficio, de la eficacia de la formación que se imparte, de los aspectos en que se debe enfatizar para lograr el mejor aprovechamiento de los conocimientos, de la vigilancia del saber que se imparte, de la importancia de los exámenes y…de la necesidad de que ellos sean evaluados”. (1999:17)
Estos aspectos de evaluación, saliendo un poco de lo académico y teniendo en cuenta  lo que hace el Banco Mundial relacionado con los procesos y establecimiento de parámetros para mejorar las condiciones de vida del ser humano, en el planeta tierra encontramos, por ejemplo: http://www.bancomundial.org/evaluacion/

·      El impacto de la electrificación de las zonas rurales en el bienestar: nueva evaluación de los costos y de los beneficios, lo cual ha afirmado que la electrificación de las zonas rurales genera beneficios significativos pues promueve la producción y una mejor salud y educación.
·      Doing Business: Examen de los indicadores del informe del Banco Mundial y la corporación Financiera Internacional. El Doing Business, es una herramienta utilizada por el Banco Mundial para comparar la facilidad normativa al hacer negocios en 178 países. La evaluación recomienda incorporar cambios en los indicadores.
·      La sostenibilidad ambiental: Una evaluación del apoyo ofrecido por el grupo del Banco Mundial. El apoyo al medio ambiente ha aumentado durante los últimos 15 años. Aunque, como se documenta en informes recientes de Naciones Unidas y el BM/FMI, los desafíos relacionados con la sostenibilidad ambiental son ahora de mayor magnitud.

Estos son algunos de los ejemplos de la aplicabilidad de la evaluación y guste o no es una de las  mejores formas eficientes de controlar los procesos, para ser comparados con los ideales o los estándares, como se establezcan dichos instrumentos pero la importancia de la evaluación es cada día más utilizado y de gran impacto, lo que hace que cada día se perfeccionen aún más esos instrumentos o rejillas o los check list (listas de chequeo), para mejorar la calidad en especial en nuestros países llamados subdesarrollados, pero siempre como lo recomienda la Unesco a todos los países de garantizarle a los niños la educación sólo en las competencias básicas de comunicación y de cálculo elemental es una discriminación que mantendrá a los países subdesarrollados cada vez más lejos del avance científico y cultural de los países desarrollados, como lo menciona Flórez.

CONCLUSIONES

Al comprender los hilos y las tramas de la educación con su complejidad, nosotros como educadores podremos establecer todas aquellas variables que inciden significativamente en ese proceso. Aún así cabe tener en cuenta que los educadores no “somos salvadores”, pero sí tenemos la capacidad de “comprender” y de tener elementos fundamentales que hacen parte de la lógica de la realidad educativa.  Ante esto nos podemos preguntar: ¿Para qué estamos formando?, ¿Hacia dónde apunta la labor del educador?, ¿Cómo contribuimos a la formación de ese sujeto llamado educando?, ¿En dónde estamos y para qué estamos en ese proceso educativo?. Pues, es precisamente ese proceso educativo el que necesita establecer estrecha relación con la evaluación, no sólo a partir de escalas cuantitativas, sino reconociendo que el asunto de la enseñanza y la misma evaluación están para re-significar el currículo y el plan de estudios, están para definir qué se espera que el educando sepa y sepa hacer. Además, evaluar los aprendizajes indica cómo estoy enseñando, para qué estamos y a qué vinimos o qué papel cumplimos en determinada institución educativa.

Con base en esto, ¿a qué le estamos apuntando nosotros como educadores, cuál es nuestro enfoque curricular?, allí la evaluación tiene que ser coherente con dicho enfoque. Y en cuanto a nuestra práctica pedagógica ¿qué decimos?, pues que la constituye el discurso pedagógico y éste al ser elaborado comprendemos la evaluación del aprendizaje. De allí muy importante establecer coherencia y pertinencia dentro del discurso, entre el modelo del cual hagamos parte y la manera como lo apliquemos. El educador debe saber por qué maneja determinado método y como elemento importante debe manejar el discurso sobre su práctica evaluativa, también hacer una reflexión constante sobre la práctica en el aula.

Finalmente, en cuanto a la planeación de la evaluación, es imprescindible resaltar como educador de hoy: tener muy claro los propósitos de formación, el sujeto que quiero formar, el estatuto epistemológico del área en la cual trabajo, el ciclo de formación en el cual estoy ubicado, la manera como diseñe los instrumentos que a su vez tienen que ver con el enfoque. “La evaluación ocurre en espacios propicios para ello, los espacios de evaluación deben estar previamente calculados. La evaluación no debe ser la preocupación por la técnica y el instrumento, por la finalidad de la evaluación” (Pastrana, Luz Helena. Seminario La docencia y la evaluación del aprendizaje, 2009). A quien agradecemos sus enseñanzas durante este seminario y el enriquecimiento que dio a nuestra profesión y vocación: el de ser maestros, docentes o educadores de hoy en nuestro país Colombia. Gracias.

BIBLIOGRÁFIA

FLÓREZ OCHOA, Rafael. Evaluación pedagógica y cognición. Mc Graw Hill, Colombia, 1999.
HOUSE E. R.  Ética y poder. 2000.


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